Paso 1
Agua jabonosa
La técnica más común es retirar los cabellos atorados en las cerdas del cepillo o peine y para eso puedes ayudarte de un cepillito de "cola delgada", cepillos para eliminar liendres o piojos, o unas tijeras (pero debes tener cuidado). Después de esto deberás darle unos golpecitos en tu mano o en un paño limpio, para que el resto termine de caer. Cuando te asegures de que ya no tiene nada atorado, entonces podrás remojarlo en agua tibia con jabón líquido. Lo puedes dejar ahí y después, con el mismo peine que le quitaste los cabellos atorados, pasa varias veces entre las cerdas para retirar los residuos.
Después vuelve a colocar en agua jabonosa nueva y para finalizar, enjuaga con agua limpia y dale suaves golpecitos en un paño limpio o contra tu mano.