Qué exfoliante casero usar según tu tipo de piel

El cuidado de la piel no puede ser el mismo para todas las personas, pero sí se pueden utilizar algunos ingredientes caseros ricos en propiedades para eliminar células muertas, limpiar profundamente e incluso para que la piel se sienta más suave. Aquí reunimos algunos exfoliantes caseros para distintos tipos de piel que pueden hacer sin gastar demasiado e incluso con ingredientes que tienen en la cocina y que son buenas opciones para el cuidado de la piel.
Paso a Paso
1
Exfoliante casero para pieles grasas: Exfoliar la piel siempre es bueno para hacer una limpieza profunda. Sin embargo, no todos los exfoliantes caseros son ideales para aplicar con frecuencia o en todo tipo de piel y menos aquellas pieles que tienen tendencia al acné. Para hacer este exfoliante casero para pieles grasas, necesitarás
3 cucharadas de avena entera, el jugo de un limón o el jugo de media naranja. AQUÍ puedes leer el procedimiento y los beneficios de este exfoliante.
2
Exfoliante casero para pieles con acné: Si bien es cierto que las pieles con acné deben tener un tratamiento casero específico para el cuidado de la piel, también es buena opción usar exfoliantes caseros que ayuden a mantener más limpio el rostro. Para hacer un exfoliante casero ideal para este tipo de pieles sólo deberás mezclar media cucharada de jugo de limón. una cucharada de azúcar y AQUÍ te explicamos el paso a paso.
3
Exfoliante casero para piel normal: Si tienes piel normal, necesitas combinar tres tazas y media de sales de Epsom, una ramita de romero fresco, media taza de jugo de limón, dos cucharadas de aceite de oliva y un poco de ralladura de limón. Simplemente combina todo en un tazón o un bowl y aplica en el rostro húmedo y de preferencia únicamente en las noches, porque el limón podría manchar la piel.
4
Exfoliante casero para piel seca: Los exfoliantes caseros para pieles secas deben ser con ingredientes muy cuidados, ya que podrían resecar la piel de forma fácil e incluso irritarla. Una gran opción es hacer un exfoliante con tres cucharadas de café recién molido, media taza de leche entera y mezclarlo con un tenedor o un batidor de mano, para que la textura sea un poco cremosa. No apliques este exfoliante casero más de dos veces por semana y así limpiarás la piel pero no la irritarás.